miércoles, 4 de marzo de 2009

El beneficio de la duda

Es que, a pesar de lo que se puede leer en Wikipedia, Clint Eastwood no es vegano, y hasta parece levemente horrorizado cuando se le explica exactamente lo que es un vegano. "Por eso nunca miro Internet", dice el actor.

Volviendo al post de ayer, si todos los obtusos son Clint Eastwood, creo que me caen simpáticos.

No hay nada más esperanzador que el beneficio de la duda. Empiezo a pensar que quizá sea una persona optimista. O no. Porque también puede ser que el optimismo sea sólo una negación del pesimismo, o sea: pesimismo al cuadrado.

Como sé que las cosas sólo pueden ir empeorando, intento verles el lado positivo, para combatir mi depresión. Pero como me gusta deprimirme, a veces dejo colarse algún que otro pensamiento oscuro para tomar la cama con la actitud precisa. También lo hago por superstición: a veces me parece que si no pienso o no hablo de las cosas, es más difícil que ocurran. Pero tarde o temprano, el destino se impone y me encuentra deprimida.

Es una cuestión etimológica. Si fuera bueno, sería buen tino. Lo que viene, casi nunca es exactamente lo que buscamos. Y es obvio que en mi caso eso es una suerte.

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