domingo, 31 de julio de 2016

Sólo eran falsas las circunstancias y uno o dos nombres propios

De Como Emma Sunz (o de como Borges) aplica para casi todo: "La historia era increíble, en efecto, pero se impuso a todos, porque sustancialmente era cierta. [...] Sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios."

Y sí... toc toc

El diagnóstico es clarito y contundente, un golpe seco y aniñado. Como el de esos palitos que te daban en las clases de música del colegio. Toc. Toc. Toc toc. Un taladrito que se empecina en picarte sobretodo si no hay luz. Un taladrito que con extraño sentido energético se enciende de noche y ya no para.
Ojo, las tardes de lluvia tampoco ayudan. Y hasta las gotas suenan igual al caer en el balcón. Toc. Toc. Toc toc.

miércoles, 27 de julio de 2016

Que espero resucitar

Y ahora canto y me río. Creo que vuelvo a sentir. Porque estaba adormecida, en otra piel. Demasiado fuerte para resistir. Demasiado doblada, como de dolor o en otro idioma. Un idioma que tenés que guglear a cada rato. Un idioma que dejaste de hablar de corrido. El de un expatriado que ya no sabe cómo se decían las cosas en su casa. Una casa que hace tiempo ya ni existe.
Canto esa de Charly. Y es como un himno. Respiro y repito que espero resucitar. 


domingo, 24 de julio de 2016

"Estás loca, Mirinda"

Ella dice que estoy loca, y lo más probable es que sea cierto. El lo sabe, pero por algún raro hechizo no puede dejar de quererme. Será que no hay reveses. Será que, por extraño que parezca, me acepta como soy; que no, no es poco. Ella dice que estoy loca, y la verdat es que tiene razón. Y él lo sabe, claro. Pero me quiere. Y por eso trata de ponerme a raya. "Mirinda, no empieces", me dice y me calma. Porque también sabe que si empezamos de nuevo no habrá final. Y sabe que estoy loca. Y quizá también se haya dado cuenta de que paz y amor no son algo indisoluble. Y no es cobardía reconocer que todos necesitamos, al menos por un tiempo, algo de paz.

lunes, 19 de mayo de 2014

Gris

Yo no sé cómo se vive cuando es lunes y el invierno ya se siente tan gris. Pero respiro gris profundo y pienso que tal vez no es lunes sino quizá aunque sea martes y hay algo de sol colándose entre el pelo y yo lo veo todo con gafas como en technicolor y cuando me las saco –a pedido–, entonces el mundo es mundo porque nos veo y es cierto. No lo sé. O tal vez sí.

miércoles, 16 de abril de 2014

Como sea

La certeza de que la felicidad, si existe, es un puntito pequeño en el pasado. Quizá aquel mismo punto en el que convergían todos los puntos, quizá áquel Aleph. Como sea, ya no es una posibilidad.
Como sea, te equivocaste. Donde tenías que doblar a la izquierda, lo hiciste a la derecha y ahora tu vida está en otro lugar, esa otra vida feliz ahora es de otro. De un otro más sabio o más libre, seguramente ambas.
Como sea, ya no es tu vida. Ni siquiera sabés cómo era. No sabés quién eras. Perdiste hasta eso.

Círculo caprichoso

Encapricharse, de vez en cuando. Cerrar los puños y patalear en el piso, pegando grititos. Si es inevitable, llorar. Y hacer puchero y muecas y, claro, cara de capricho. O de berrinche. De berretín.
De ganas y de impotencia. Y de bronca, porque el encaprichado ya sabe de antemano que no tendrá lo que quiere y que si se lo dan, nunca estará del todo seguro. Entonces, encapricharse de nuevo, de vez en cuando. Y así.

lunes, 7 de abril de 2014

Paralítica

La patada que se dan los chiquitos en el colegio, la que los deja en el piso y en un grito. Esa misma pero en el centro del estómago. Así es el miedo. Miedo de no poder. Miedo de poder. Miedo de un todo difuso y por lo mismo más aterrador. Miedo. Y frío. Y dolor punzante. Y los ojos fijos y la cabeza llena de ruido y tan vacía. La cabeza como caja de resonancia. Y en lugar de pensamientos, sólo el eco. 
No, no es casual que digan que el miedo paraliza. No es casual, porque el miedo es una paralítica bien dada, en el patio del colegio y a todo dolor.

The mean reds

Holly Golightly: You know those days when you get the mean reds?

Paul Varjak: The mean reds, you mean like the blues?

Holly Golightly: No. The blues are because you're getting fat and maybe it's been raining too long, you're just sad that's all. The mean reds are horrible. Suddenly you're afraid and you don't know what you're afraid of. Do you ever get that feeling?

Paul Varjak: Sure.

Holly Golightly: Well, when I get it the only thing that does any good is to jump in a cab and go to Tiffany's. Calms me down right away. The quietness and the proud look of it; nothing very bad could happen to you there. If I could find a real-life place that'd make me feel like Tiffany's, then - then I'd buy some furniture and give the cat a name!

viernes, 28 de febrero de 2014

Siempre adelante

La única cura para la paranoia es seguir adelante como siempre. Y yo trato. De seguir, de ser como siempre, de tratar aunque sea. La única cura es seguir adelante. Hace rato me obligue a cumplir esa premisa. Al fin de cuentas, todos necesitamos encontrar un modo o acaso (en el mejor de los casos) una razon para seguir. No, claro. No diria que estoy curada. Y no, tampoco sé que es lo que dirian ellos. NO HAY MAYOR COMBUSTIBLE PARA LA PARANOIA QUE LA INCERTIDUMBRE.