Me parece espantosa la posibilidad de acceder desde una ventana tan discreta a la vida de alguien que nos perteneció. Espantoso entretenernos viendo una y otra vez las fotos de su vidita tonta y tan lejos de lo que fuimos. Espantoso verlo junto a otra cara _una mucho menos linda_ en los lugares que fueron nuestros. Espantoso descubrir que, como si las reales no fueran lo bastante profundas, ahora también tenemos que cargar con heridas virtuales. Espantoso tolerar la cosificación de una vida que cruzó la nuestra, creer que eso es todo. Pero más espantoso haber creido que eso era todo cuando nos respiraba cerca, más espantoso haber supuesto que alguna vez nos pertenecimos.
La gente casi nunca es lo que dice ser. Ni en Internet, ni en el teléfono, ni en la cama, ni en el confesionario. Gracias a Dios. Que también tiene un perfil en Facebook.
Types Of Herons
Hace 1 año