jueves, 25 de septiembre de 2008

Fobiaclub

Hay un club de fóbicos. Se reunen cada semana. Lo que me pregunto es cómo habrán acordado el punto de encuentro. Algunos lugares descartados de antemano: salones cerrados, oficinas con ventanas o balcones o a las que se acceda por ascensor. Plazas o espacios públicos (imposible garantizar que estén libres de insectos, niños u otras alimañas). Tampoco se me ocurre que harán para evitar botones, manzanas y demás disparadores de ansiedad particulares.
Es inutil. No lo entiendo. Los fóbicos no deben reunirse. Es contrafóbico. Y para eso, mejor probar con un osito de peluche.

Vieja

Dice China Zorrilla que envejecer es "cambiar de gustos". A mí, por ejemplo, que antes detestaba el roquefort, ahora me gusta. Antes no pasaba el whisky, y ahora...no paso una noche, una buena noche, sin un vasito.
Hasta ahí, todo bien. Pero de lo que China no dijo nada (no deja de ser un hallazgo que no haya dicho nada sobre algo) es de la otra parte, de la espantosa vejez viruela.
Hoy, por primera vez, me sentí vieja, y -querida nomás- envejeciendo. Me dí cuenta que si ahora tengo días en los que "ay, señora, no me hashoo", en...¿cuánto? ¿9 años? voy a estar definitivamente perdida. Perdida, pero como de echada a perder. Porque buenamoza soy. Y ya se sabe lo que nos pasa con el tiempo a nosotras...

viernes, 12 de septiembre de 2008

Suite deluxe


Los burgueses de la Suite Francesa, que con tanta ironía retrata Irène Némirovsky, tan reconocibles y actuales. La burguesía no cambia, c'est vrai. Se caracteriza por eso.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Deducción

Igual, si hay una máquina de Dios, si la máquina le pertenece, entonces, amigos, se ha resuelto -de antemano- el mayor interrogante desde la creación: Dios existe. Ergo es el dueño de la máquina.
O Dios no existe. Ergo, la máquina no es de nadie y toda la argumentación es falaz.

Acelerar

Yo eso de la máquina de Dios no me lo creo ni ahí. Eso sí, si fuera cierto, hubiera sido mucho mejor instalarlo en Mar de las Pampas.
Haz de protones, por favor. Si vas a hacer, hazlo de algo más interesante. Y hazlo rápido. Me declaro en contra de todo movimiento slow, especialmente los relacionados con la comida.
Ya lo decía Luca..."No sé lo que quiero, pero lo quiero ya"

Comprometidos

Anoche no vimos ninguna película. Fuimos a ver un show de tango. Tomamos vino, en copa. Pero no aplica. Es decir que no pudimos cumplir con nuestro propósito, ni por una semana. Y es obvio que el cine es un entretenimiento del que disfrutamos. Pero llegamos tarde, y estábamos cansados. Lo que me hace dudar de la veracidad del libro de los estadounidenses. Después de todo no lo hicieron ante escribano público -lo que técnicamente hubiera sido un trío.
Ahora, pienso que si no pudimos comprometernos a hacer algo que nos gusta a los dos durante una semana, eso habla mal de nuestra actitud frente a los compromisos, o del tipo de compromisos que asumimos, o de los compromisos en general. Pero tampoco es cosa de generalizar, no?

martes, 9 de septiembre de 2008

Perdidos en la noche


Una pareja estadounidense se propuso tener relaciones sexuales todos los días durante un año. El resultado, un libro, a cuatro manos (claro), que titularon: 365 noches. Lo que prueba que, aún en un intento deliberado por revitalizar su vida conyugal, no lograron salir de la más obvia de las convenciones: la de hacerlo de noche.
Como sea. En casa doblamos la apuesta. Hic. Una semana de películas en el home theatre, pero donde cada una debe casar con determinado trago o bebida alcóholica (mejor no hablamos de maridaje, que por alguna razón da un poco regimen burocrático autoritario). Pueden ser dos películas. Pero hay que pensar en dos bebidas. Y tomarlas.

La lista viene así:
Domingo: Caterina en Roma, con gin tonic
Domingo, pero más tarde: Bernard y Louise, con champagne y tostaditas con caviar.
Lunes: Perdidos en la noche, con cognac.
Leído en la revista Tendencia: "Si sentís que todavía no estás preparada para acostarte con él, esa noche no tomes alcohol".

lunes, 8 de septiembre de 2008

Hello Kitty!


A mi me encanta. Pero Anthony Bourdain dijo el otro día que quizá sea el ícono de un culto satánico. Será por eso...

Apple Crumble y qué

Cual Juliana Cocinera (todo un modelo de mujer enmancipada para las niñas que crecieron en la década del '80 y, sí, también, otro nombre predestinador), acá va la receta de esta tarta que, se lleva bien con todo, es noble, sana, elegante e ideal a toda hora del día. Bah, la receta completa no, porque me aburre. Las proporciones nomás, que son lo más importante.
Masa sucree: azúcar 125 g, esencia de vainilla 1 cucharadiiita, harina 250 g, 1 huevo y 100 g de manteca
Relleno: agua 50 cc, Azúcar 200 g, manteca 50 g, manzanas verdes 1 kg (fundamental que sean verdes, eh), rayadura de limón
Crumble: azúcar 180 g, canela canela molida a gusto (qué lindo decir "a gusto", me gusta más que "cantidad necesaria" incluso), harina 330 g, manteca pomada 180 g y una pizquita de la sal de la vida.
Con crema o helado de crema on the side, como la pediría a Sally. Y si no, nada. Tampoco la tarta.
Y qué. Es mi block el nene y escribo loquesemedalagana.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Mirinda de rojo

Dress code: black & red, decía la invitación. Me visto de negro, con una faja colorada. Impecable, decretan las Miranda Priestlies de turno. La cita es en un hotel de lujo. Sirven champagne y bocaditos de surrealismo, en un ambiente con flores y luces de neon donde las mujeres se besan en el aire, sin rozarse las mejillas, y no dejan de sonreir. Hablamos de temas leves y elogiamos la presentación. Me voy. Después, para hacer tiempo, me meto en un cine. Dan una argentina cursi y simplona. Hay tres parejas. Y yo, de negro y rojo y, encima, con un bouquet de rosas atado a la muñeca, glamoroso souvenir del evento. Los demás deben creer que espero a una blind date sacada del chat. Me río sola, bastante más de mí que de la película.

martes, 2 de septiembre de 2008

Casualidades y Palíndromos



1. m. Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda; p. ej., anilina; dábale arroz a la zorra el abad. (Real Academia Española ©)




Ocurren casualidades asombrosas. Que Sarah Palin llegue desde Alaska para polarizar la campaña presidencial en los Estados Unidos, un simpático ejemplo.

Más allá de los caminos del azar, creo que, de vez en cuando, al mundo le hacen bien los personajes como Mrs. Palin. Esta versión femenina del capitán Frío que se divierte matando venados y no tiene en problemas en que los diarios del mundo publiquen las fotos en las que se muestra orgullosa junto a su presas, es miembro de la Asociación Nacional del Rifle, defensora de la guerra de Irak, ex finalista de un concurso estatal de belleza y tan obstinada opositora al aborto que -es intenso el rumor- habría simulado ser la madre del bebe de su hija adolescente, ahora (¿again?) embarazada. En síntesis, un perfecto estereotipo del republicano extremo y una bofetada a la tibieza que llega envuelta en piel de foquita recién molida a palos.

No sé a ustedes, pero a mí me parece que votar así es más fácil...