Ella dice que estoy loca, y lo más probable es que sea cierto. El lo sabe, pero por algún raro hechizo no puede dejar de quererme. Será que no hay reveses. Será que, por extraño que parezca, me acepta como soy; que no, no es poco. Ella dice que estoy loca, y la verdat es que tiene razón. Y él lo sabe, claro. Pero me quiere. Y por eso trata de ponerme a raya. "Mirinda, no empieces", me dice y me calma. Porque también sabe que si empezamos de nuevo no habrá final. Y sabe que estoy loca. Y quizá también se haya dado cuenta de que paz y amor no son algo indisoluble. Y no es cobardía reconocer que todos necesitamos, al menos por un tiempo, algo de paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario