Bah, no sé el resto de los chicos. Capaz algún que otro buen terraquito se lavaba los dientes y se iba a descansar con Grock. En cuanto a mí, más de una noche esperé a mi vieja envuelta en su tapado, arrastrándolo a pesar de los tacos. Cuando entraba, le recitaba todas: "Chu hua hua, chu hua hua, los gladiolos", "Chiribín, chiribín, uuuhhh, uhhhh" y hasta "Soy Rita Turrrdero, la pantera de Mataderos". Con el tapado abierto, me quedaba apenas la bombacha con florcitas y la panza redonda y sin complejos de una chiquita de cinco.
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