lunes, 19 de mayo de 2014

Gris

Yo no sé cómo se vive cuando es lunes y el invierno ya se siente tan gris. Pero respiro gris profundo y pienso que tal vez no es lunes sino quizá aunque sea martes y hay algo de sol colándose entre el pelo y yo lo veo todo con gafas como en technicolor y cuando me las saco –a pedido–, entonces el mundo es mundo porque nos veo y es cierto. No lo sé. O tal vez sí.

miércoles, 16 de abril de 2014

Como sea

La certeza de que la felicidad, si existe, es un puntito pequeño en el pasado. Quizá aquel mismo punto en el que convergían todos los puntos, quizá áquel Aleph. Como sea, ya no es una posibilidad.
Como sea, te equivocaste. Donde tenías que doblar a la izquierda, lo hiciste a la derecha y ahora tu vida está en otro lugar, esa otra vida feliz ahora es de otro. De un otro más sabio o más libre, seguramente ambas.
Como sea, ya no es tu vida. Ni siquiera sabés cómo era. No sabés quién eras. Perdiste hasta eso.

Círculo caprichoso

Encapricharse, de vez en cuando. Cerrar los puños y patalear en el piso, pegando grititos. Si es inevitable, llorar. Y hacer puchero y muecas y, claro, cara de capricho. O de berrinche. De berretín.
De ganas y de impotencia. Y de bronca, porque el encaprichado ya sabe de antemano que no tendrá lo que quiere y que si se lo dan, nunca estará del todo seguro. Entonces, encapricharse de nuevo, de vez en cuando. Y así.

lunes, 7 de abril de 2014

Paralítica

La patada que se dan los chiquitos en el colegio, la que los deja en el piso y en un grito. Esa misma pero en el centro del estómago. Así es el miedo. Miedo de no poder. Miedo de poder. Miedo de un todo difuso y por lo mismo más aterrador. Miedo. Y frío. Y dolor punzante. Y los ojos fijos y la cabeza llena de ruido y tan vacía. La cabeza como caja de resonancia. Y en lugar de pensamientos, sólo el eco. 
No, no es casual que digan que el miedo paraliza. No es casual, porque el miedo es una paralítica bien dada, en el patio del colegio y a todo dolor.

The mean reds

Holly Golightly: You know those days when you get the mean reds?

Paul Varjak: The mean reds, you mean like the blues?

Holly Golightly: No. The blues are because you're getting fat and maybe it's been raining too long, you're just sad that's all. The mean reds are horrible. Suddenly you're afraid and you don't know what you're afraid of. Do you ever get that feeling?

Paul Varjak: Sure.

Holly Golightly: Well, when I get it the only thing that does any good is to jump in a cab and go to Tiffany's. Calms me down right away. The quietness and the proud look of it; nothing very bad could happen to you there. If I could find a real-life place that'd make me feel like Tiffany's, then - then I'd buy some furniture and give the cat a name!

viernes, 28 de febrero de 2014

Siempre adelante

La única cura para la paranoia es seguir adelante como siempre. Y yo trato. De seguir, de ser como siempre, de tratar aunque sea. La única cura es seguir adelante. Hace rato me obligue a cumplir esa premisa. Al fin de cuentas, todos necesitamos encontrar un modo o acaso (en el mejor de los casos) una razon para seguir. No, claro. No diria que estoy curada. Y no, tampoco sé que es lo que dirian ellos. NO HAY MAYOR COMBUSTIBLE PARA LA PARANOIA QUE LA INCERTIDUMBRE.

viernes, 7 de febrero de 2014

miércoles, 5 de febrero de 2014

Till death do us together

Pasaron siete años. Pero da igual. El dolor es el mismo y el desamparo, para siempre. Quiero refregarme los ojos para que nada empañe la imagen del abrazo. Quiero sentir que dejé de estar sola, porque él me cuida, porque hasta me reta para que deje de llorar. Decía que yo era buena hasta para disfrutar. Ojalá no vea la mierda en la que me convertí sin su palabra, sin esa voz que me enseñaba con amor y ejemplo diario en donde estaba el bien. Lo extraño tanto que sigo esperando: quien sabe una de estas noches ensille un petiso también para mi y podamos por fin volver a cabalgar juntos y lejos, él y yo. Mi viejo, mi amor, mi vida, y este pedido tan desgarrado como  inutil,  hasta que la muerte nos encuentre.