sábado, 18 de octubre de 2008

Llaves


Una amiga me cuenta: "La otra noche un pibe vino tres veces a hablarme. A la tercera, le dije mirá, yo no vengo al boliche de levante. Vengo a escuchar un poco de música nada más". Le digo que es mentira, que lo que pasa es que no le interesaba levantárselo a él. Que la próxima diga: "Sabés qué? Me caés bien, pero no me gustás". Y ella: "Claro, tomá, me caés re bien, te devuelvo las llaves de tu casa, muchas gracias".

Nos divierte pensar que a veces al ver a alguien, ya sabemos de qué irá el resto de la historia y elegimos resumir. Nos divierte pensar, de todas formas.

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