Estuve de viaje. Me gustó comprobar que ya no lo hago para buscarme. Algo más: ahora, incluso, cuando viajo me extraño. En Brasil me hice llamar Miranda da Cunha, en homenaje. Tomé sol sin protector, comí maracujá de todas las maneras posibles y me dejé en el mar hasta gastar cualquier resabio de adultez. En el mar es más fácil. Sucundum.
Una buena noticia: ya de regreso, me enteré que en el trabajo pusieron nuevas máquinas expendedoras. Fanática de la coca laichi como soy, debo admitir que cuando ví que tienen mi homónima casi más se me pianta un lagrimón.
Types Of Herons
Hace 1 año
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